Palabras de un grueso calibre; la primera, sólo es utilizada para reos o enfermos graves, “confinar, alejar, encerrar”, aislamiento inteligente, si el comportamiento del COVID – 19 a nivel mundial tiene asimétrica con nuestra propia curva, nos espera la etapa más crítica de la pandemia.
Los veterinarios siempre le apuestan a que, animal que llega a la finca se le confina, porque si o porque no, mientras aquí en el planeta tierra es al contrario, los seres sanos se confinaron y los portadores del COVID – 19, siguen viajando por todo el mundo.
Quiere decir, que nos están diciendo que la curva la vamos aplanar, pero no es así; hay que cambiar es la pendiente de la curva o se va a presentar es una meseta epidemiológica, que conlleva a interpretar que no hay más infectados porque no hay más población o porque simplemente adquirieron anticuerpos, ya sea naturalmente o por vacuna, pero no sé volvió autoinmune, y sólo queda esperar hasta la próxima pandemia.
La segunda y la más cruda pero real, es la selección natural expuesta en la teoría del naturalista Charles Darwin, y que sobrevivirá el más fuerte ya se con o sin vacuna, selección que debe aplicarse a todos los componentes de este mundo, desde lo humano hasta lo espiritual, los falsos ídolos como a los políticos; porque la pandemia cambiará la economía y nuestra forma de pensar.