Hace tanto solo unas semanas habían llegado a Argentina y pasaron a Brasil, pero estas no se quedaron en estos países. La presencia de estos insectos en los departamentos de Colombia como Vichada, Meta, Arauca y Casanare, han venido afectado a campesinos y ganaderos desde hace varios años.

Según la información de los ganaderos del Vichada, ellos las llaman ‘tara’. Y tal como sus primas africana, estas también vuelan en cantidades devorando pastos y cultivos de maíz, arroz y caña de azúcar, especialmente en la zona de los Llanos Orientales. «Es un hecho que estos insectos no están solo en África, Asia o en el Cono Sur».

«Hay zonas superpobladas y, al pasar, se levantan y cubren el cielo. Es algo impresionante», relata José Restrepo, ganadero del Vichada en Semana, quien tiene una finca desde hace varios años en el sector de La Venturosa, a unos 180 kilómetros de Puerto Carreño.

Y quien afirma que desde hace cinco años la tara ha ido aumentando y más cuando llega la temporada de lluvias, que va desde los meses de abril a julio. De acuerdo a Restrepo, ellos se han quejado ante el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), ante la gobernación, las alcaldías y ninguna institución les han prestado la atención ni ayuda que necesitan.

Para el ganadero, la proliferación se ha presentado porque los campesinos de esta región no cuentan con los recursos técnicos y económico, tampoco con las herramientas necesarias para que se pueda combatir estos insectos, así como suele suceder en otras zonas del país «si el Gobierno Nacional no le presta la atención adecuada, esto se podría convertir en un problema mayor», indica Restrepo.

Por otra parte, el zootecnista Óscar Iván Forero, en Puerto Carreño dice que «las taras también afectan a los cerdos, que se las comen cuando están en una fase denominada solitaria y se comportan como saltamontes».

Agrega, «la carne sabe a feo, pese a que el color es bonito. Eso hace que las ventas se caígan (…) las taras desaparecen con los vientos entre agosto y octubre». Forero afirma que los habitantes no dan reporte de la presencia de estos insectos porque las fincas quedan retiradas de los centros poblados.

De acuerdo al Instituto Humboldt dice que «hay al menos seis especies de langostas registradas con presencia en Colombia, y que no sólo están en los Llanos; también han aparecido en Antioquia, Atlántico, Caldas, Cundinamarca, Sucre, Tolima y Valle del Cauca».

Según esta entidad aproximadamente existen 50 especies del género schistocerca, pertenecientes al orden orthoptera ‘donde están los grillos, saltamontes, machaca o caballito’ de la familia acrididae, «conocidos popularmente como langostas, saltamontes o chapulines. De ese género existen varios registros en el país».

Fuente: Semana

Por redaccion

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