Eran las 8:46 de la mañana, aquel 11 de septiembre de 2001, cuando la ciudad de Nueva York, se paralizó por el miedo, un miedo el cual se creía insuperable hasta se duplicó 17 minutos después, hacía las 9:02 de aquel martes fatal, para millones de ciudadanos.
Hoy hace 19 años, un día difícil de olvidar, se observó como civiles se lanzaban al vacío, el fuego salía por las ventanas y una sensación de terror e incredulidad que nunca antes se había vista. Con la caída de las torres gemelas se vivió un antes y un después en la cultura occidental.
Ese 11 de septiembre, diecinueve hombres secuestraron cuatro aviones comerciales estadounidenses que iban cargados de combustible y se dirigían a varios destinos de la costa oeste. En total fueron 2.977 personas las que fallecieron en los ataques terroristas en la ciudad de Nueva York, Washington y a las afueras de Shanksville, Pensilvania.
Este atentado fue bautizado como La ‘Operación Aviones’, plan el cual fue diseñado para acabar con la vida de más de 3.000 civiles de una tacada. Un ataque orquestado por el líder de al Qaeda, Osama bin Laden, aunque el no fue el cerebro de la operación, si lo fue el paquistaní Jalid Sheij Mohamed.
Las víctimas del 11 de septiembre
En el World Trade Center (WTC) en el bajo Manhattan, 2.753 personas murieron cuando los vuelos secuestrados, el 11 de American Airlines y el 175 de United Airlines, los estrellaron contra las torres norte y sur, o fallecieron como resultado de los atentados.
Durante los ataques iniciales y los colapsos posteriores de las torres, 343 eran bomberos de Nueva York, entre ellos 23 eran policías de la ciudad y 37 eran agentes de la Autoridad Portuaria.
A las 9:59 de la mañana, sólo una hora y algunos minutos después del primer impacto, la Torre Sur se derrumbó, tras arder aproximadamente por 56 minutos. El fuego provocó que los elementos estructurales de acero, ya debilitados por el impacto del avión, fallaran y no pudieran sostener al gigante edificio.
El derrumbe de las Torres no se produjo de manera inmediata. Sino cuando se recibió el segundo impacto el cual tardó exactamente 56 minutos en caer hecha pedazos sobre sus cimientos, ese momento la ciudad estaba cubierta de una nube de humo negro que se llevó todas las miradas del mundo, y sólo se oían gritos de desespero, auxilio y el llanto de quienes habían perdido a familiares o conocidos.
En el Pentágono, Washington, 184 personas murieron cuando el vuelo 77 de American Airlines, se estrelló contra el edificio. Y cerca de Shanksville, Pensilvania, 40 pasajeros y miembros de la tripulación a bordo del vuelo 93 de United Airlines fallecieron cuando el avión se estrelló contra un campo.
Se cree que los secuestradores estrellaron el avión en ese lugar, en lugar de su objetivo desconocido, después de que los pasajeros y la tripulación intentaron retomar el control de la cubierta de vuelo.
Fuente: CNN