La Fiscalía General dio a conocer que fueron capturados cinco presuntos integrantes de un grupo delictivo dedicado al sacrificio y beneficio clandestino de cerdos en en Santa Rosa de Cabal, Risaralda.

De acuerdo con las investigaciones, el ente acusador descubrió una planta de producción ilegal de carne de cerdo, la cual no tenía la autorización del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ni de la Secretaría de Salud Departamental de Risaralda, para realizar las actividades de producción primaria como el sacrificio, beneficio, desposte, desprese, transporte y comercialización al público.

Los capturados fueron presentados ante un Juez Penal de Garantías, quien les formuló los cargos, en calidad de coautores, por los delitos de concierto para delinquir, contaminación ambiental y corrupción de alimentos, productos médicos o materiales profilácticos.

Además se evidenció que en estos lugares dispuestos para el almacenamiento, distribución y venta de los cárnicos no eran aptos, al grado de encontrarse presencia de cucarachas. Igualmente, se determinó que en el proceso del transporte no garantizaba la cadena de frío.

El ente acusador estableció que durante dos años estos hombres supuestamente obtuvieron beneficio económico por ser los dinamizadores, transportadores y comercializadores de la citada planta, la cual funcionaba en una casa común con adecuaciones.

La existencia del local como matadero y beneficio representaba un riesgo para la salud de quienes consumían este producto, no solo por la insalubridad en el sacrificio y venta, sino por la comercialización de productos alternos. En el sitio se elaboraban chorizos que eran vendidos en supermercados a nivel nacional.

Los implicados, presuntamente, estaban contaminando el medio ambiente al verter los desechos orgánicos sobrantes del sacrificio en la quebrada Santa Helena y el río San Eugenio de Santa Rosa de Cabal, Risaralda.

El trabajo investigativo requirió de tres allanamientos en los distintos sitios de sacrificio, almacenaje o distribución. En estos lugares hallaron cerdos vivos, 255 kilos de carne y vísceras que fueron incautadas y sometidas al proceso de desnaturalización ante una entidad autorizada.

Los procesados, que aceptaron su responsabilidad y fueron cobijados con detención domiciliaria, son: Asael Arboleda Osorio, alias el Gordo, supuesto jefe de la organización; Gabriel Antonio Arteaga, alias Gaby, quien al parecer se encargaba de la comercialización y José León Arboleda, alias Leo, servía de vigía, avisaba los movimientos de las autoridades.

Mientras, Alberto Acevedo Salazar, alias Garrafón, era el supuesto colaborador en el sacrificio clandestino y Jhon Fredy Arboleda, alias Jhon, a cargo de transportar la carne.

Por redaccion

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