Vuelve y juega dice el refrán popular nuestra querida selección de fútbol a la eliminatoria mundialista, vuelven largas notas en programas radiales, televisivos y miles de comentarios en redes sociales sobre la condición inmejorable de James, los goles de Falcao, Zapata o de cualquiera de los buenos jugadores del país que afortunadamente triunfan en ligas extranjeras, y de paso ganan millones que comparten ampliamente con sus familias para sacarlos de esta pobreza endémica, la cual padecen muchos compatriotas y que ahora a causa de la pandemia quedo más visibilizada.
Vuelve y juega la selección, y habrá motivos para celebrar con cerveza y camisetas que recuerde que somos ¡colombianos del país del Sagrado Corazón de 1902!, olvidaremos momentáneamente la pandemia, ahora cuando la educación debe ser virtual por lo menos hasta marzo del 2021, en la casa de la mayoría de nuestros niños de colegios públicos (8 millones) no hay computadores, en algunas hay internet pero es sólo para la tv y no alcanza para recibir las clases en línea.
Los goles y la elocuencia seudo nacionalista de los narradores y periodistas deportivos, nos agrandaran el ánimo y el ego, pensaremos que somos mejores que los maltratados o desterrados ‘venecos’; y que los malos servicios de salud de las EPS son culpa del destino y por eso es normal que muchos mueran de la covid o de cualquier maluquera en los pasillos de un hospital sin ser atendidos después de largas horas o días de espera.
Vuelve la selección, para que olvidemos la quiebra de miles de negocios y pequeñas empresas del país, emprendedores que quedaron endeudados o perderán próximamente un bien obtenido con muchos años de ahorro, surgirá un bache más en nuestra memoria colectiva para olvidar los cientos de líderes, jóvenes o campesinos asesinados en la violencia continúa ejercida unas veces por sicarios o narcos como en Cauca o Nariño.
Por la violencia policial contra las marchas salidas de control y atizadas por una desesperanza contra la corrupción que saquea día a día los impuestos pagados, también nos hará olvidar a muchos policías y soldados que mueren enfrentados a delincuentes que pululan por esta tierra de empleos mal pagos, de la economía del rebusque y vendedores ambulantes.
Y si gana nuestra selección soñaremos encumbrados que hacemos parte de la élite deportiva del orbe, con históricos pesistas, gran ciclismo, un creciente tenis, mejores automovilistas y que somos imbatibles en patinaje con medallas olímpicas y mundiales de la Chechi Baena, Muñoz. Luz Mery y otros insignes representantes.
Pasada la efímera sensación triunfalista producto de la manipulación mediática, de estar reunidos con amigos más los efectos del alcohol, racionalmente despertaremos al otro día reflexionando que la selección a duras penas empató o ganó por la mínima diferencia, y que nuestra realidad de país problemático, violento, corrupto y excluyente sigue su cauce normal; y si continúan gobernando individuos ineptos o ladrones las cosas empeoraran.
Por: Eulises Casadiegos Barrera.