En un operativo conjunto realizado en el barrio Chapinero de Bogotá por la Fiscalía General y el Ejército Nacional, con información de la Policía de Israel, se logró la ubicación y captura del ciudadano israelí Gabriel Kenigsberger para que cumpla la condena de 26 años de prisión, por distintos delitos.
De acuerdo con información de las autoridades, descubrieron que Kenigsberger es uno de los cabecillas de una organización internacional con vínculos con la mafia japonesa Yakuza y el crimen organizado de Jerusalén. Además, su rol en Colombia era el de enlace con un grupo criminal llamado La Oficina.
«Este ciudadano extranjero fue sentenciado en octubre pasado por el Juzgado Cuarto Especializado de Bogotá, como responsable de los delitos de concierto para delinquir agravado; tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; y lavado de activos agravado» indicó el Director Especializado contra las Organizaciones Criminales, Javier García Trochez.
Según lo establecido, Kenigsberger estaba relacionada con el tráfico de estupefacientes y el blanqueo de dinero producto de las acciones ilegales. Aún se investiga su posible participación en explotación sexual de menores con la promoción de planes turísticos sexuales que incluían adolescentes.
El ente acusador determinó que el hoy condenado tiene en su contra procesos judiciales vigentes por narcotráfico en Francia (circular roja de Interpol), Holanda e Israel.
«El ciudadano israelí reside desde hace dos décadas en Colombia y contaba con cédula de extranjería, lo que le permitía recorrer el país para coordinar el envío de cocaína desde puertos de la Costa Atlántica hasta el viejo continente», expresó el funcionario.