El presidente Gustavo Petro, en su intervención en un encuentro con organizaciones campesinas y étnicas de territorios con presencia de coca en el litoral Pacífico y Piedemonte Costero, le propuso al Ejército de Liberación Nacional un nuevo cese al fuego, que esta vez sería territorial y no nacional, y que podría tener vocación para expandirse a todo el país. Incluso propuso que el primer cese al fuego territorial se dé en el departamento de Nariño.
El Mandatario instó a esa guerrilla a “trabajar en serio” sobre un cese bilateral al fuego “para que los colombianos se dejen de matar” al tiempo dijo que su Gobierno sí quiere darle estatus político al ELN, pero dentro de las nuevas lógicas de la violencia que vive Colombia y que no son las mismas que cuando comenzó el conflicto.
“Sí queremos darle ese estatus político al ELN pero reconociendo la nueva realidad. En esa medida, les propongo que trabajemos, en serio, un cese al fuego. Que se dejen de matar; que sea un cese de hostilidades a la sociedad”, enfatizó Petro.
Llamó al grupo a escoger dicha región, que según el mandatario podría ser el departamento de Nariño. «No la impongo, discutámosla, pero empecemos un cese al fuego, un cese a la hostilidad, un proceso que empiece a darle confianza a la sociedad colombiana, que ya está descreída por tantos años y décadas de hablar de paz y no hacerla», añadió.
En su discurso el Jefe del Estado propuso a los miembros de la cúpula del ELN, – con quienes su Gobierno lleva a cabo unos acercamientos de paz en La Habana, Cuba – “comenzar a trabajar en la idea de una paz territorial”.
En su propuesta, el presidente señaló que de acoger su propuesta, de pactar en esa zona un cese al fuego bilateral, “podría entrar allí el Estado civil y demostrar que sí es posible cambiar una economía por otra y que los propios combatientes podían copar las decisiones y beneficios de esa nueva economía leal que se pueda construir entre todos para la prosperidad del territorio”.