Catorce horas de recorrido, atravesando caminos arduos, fueron el marco del compromiso de Diana Soler, gestora social de Casanare, quien llegó hasta el resguardo indígena de Caño Mochuelo, en Paz de Ariporo. Esta travesía, más que un esfuerzo físico, es símbolo de una promesa que comenzó hace dos años junto al gobernador César Ortiz Zorro: escuchar, actuar y traer oportunidades a estas comunidades que tanto las necesitan.

En este primer día, la acción conjunta permitió llevar bienestarina, productos de aseo, juguetes, kits escolares, alimentos, calzado y ropa. No se trató solo de aliviar necesidades inmediatas, sino de construir un puente entre las autoridades territoriales y las indígenas, un espacio donde el diálogo abre las puertas hacia el entendimiento mutuo y el desarrollo compartido.

«Hoy cumplimos nuestra palabra», expresó Diana Soler con determinación. «Regresamos con soluciones y oportunidades para estas comunidades que han esperado por tanto tiempo. Queremos que nuestras mujeres tejedoras prosperen, que nuestros jóvenes alcancen sus sueños y que el tesoro cultural de estas tierras se mantenga vivo a través de su lengua y conocimiento ancestral».

Durante los próximos dos días, el equipo continuará visitando las comunidades restantes, garantizando que cada rincón del territorio reciba el apoyo integral necesario para impulsarlo hacia un futuro más prometedor.

Por Editor 1

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