La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), presentó el informe económico «Sector de combustibles líquidos en Colombia: Evolución 2023 y perspectivas 2024–2033», el cual aborda la distribución de estos energéticos como un servicio público esencial.
El aporte de los combustibles líquidos a la seguridad energética nacional; el comportamiento de los precios y del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC); y la resiliencia de la operación para superar diversas contingencias y asegurar la continuidad del abastecimiento en todo el país, tras analizar información estadística oficial y la visión de un grupo representativo de agentes de toda la cadena (refinador, transportador, productores de biocombustibles, distribuidores afiliados a la ACP y distribuidores minoristas).
«La distribución de combustibles líquidos es de gran importancia para garantizar derechos fundamentales de los colombianos y contribuye significativamente a la dinámica socioeconómica del país y las regiones, por ejemplo, a través de la generación de la demanda y aportes fiscales, entre otras contribuciones», expresó Frank Pearl, presidente ejecutivo de la ACP.
De acuerdo con el informe, la distribución de combustibles líquidos aportó en materia de generación de empleo decente más de 270 mil personas trabajan en la cadena, inversiones para atender la demanda $2,9 billones en 2023, y aportes fiscales más $8,5 billones en 2023; para el 2024 se espera el recaudo de $9 billones), entre otras contribuciones.
Frente a la demanda, el consumo de combustibles líquidos creció un 0,3 %, en respuesta a la reducción del 2,5 % en el consumo general de los tipos de gasolinas que hay en Colombia, a la vez que se observaron aumentos del 3 & en diésel y 2 % en jet.
Para 2024-2033 se proyecta un crecimiento anual del mercado de combustibles del 1,8%, anticipando una recuperación en la senda de crecimiento económico sostenible a partir de 2024, y mayor adopción de tecnologías de bajas y cero emisiones.